Los mexicanos tenemos una forma muy peculiar para celebrar el Día de Muertos con altares sino con estos versos o rimas que dedicamos a alguién que es merecedor de ellos, aunque con la globalización esta costumbre aveces se mezcla con el Halloween,
Las calaveras literarias son un homenaje sin animo de ofender
no solo a las personas que apreciamos o que nos son cercanas,
sino aquellas que su vida es pública, principalmente políticos,
o quienes tienen alguna peculiaridad o destacan en determinada actividad.
En México no solo nos reímos de la muerte, y la caricaturizamos,
sino que la convertimos en dulces llamados alfeñiques
y obviamente la comemos.
Pasen felices jubilados
Que nos honran con su presencia
Y sus deseos anhelados
A esta su última estancia
Ya viene Chela con sus chistes
Y la conferencia del Doctor Vicente
Como cada martes
Para que la Parca no se impaciente
Tengan mucho cuidado
Pues es el debut de Roberto
Como flamante Secretario y es jubilado
Y lo recibimos con mucho gusto
Estaba la Maestra Tere
Dándole a su lectura de los martes
Cuando le dijo la muerte
Vengo por ti
La Maestra Tere se puso triste
Pues todavía no se quería ir
Pero la flaca le dijo
Conmigo al panteón has de venir.
Más la calaca tilica y flaca
Viene entrando al auditorio
Sin decir agua va, ataca
Y termina con el jolgorio.
Ya se va la catrina muy apurada
con los jubilados al panteón
médicos y enfermeras
se lleva de pilón.
Por Jose y Jovita
La Catrina al sótano bajo
el área estaba solita
por eso agarro parejo.
La muerte no se carcajea
y el diablo quiere llorar
porque la ensalada se antoja
y la ofrenda se les olvidó dar.
La maestra Tere muy espantada
del susto se murió,
La pobrecita ahora anda
Dando clases en el panteón.